Otarola & Prialé Abogados

Leyes que nacen sin eficacia constitucional

A la fecha existen más de 31 mil leyes formalmente registradas en el Perú. De acuerdo al artículo 109 de la Constitución, cada una de ellas es obligatoria desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial “El Peruano”. Sin embargo, existen normas que no podrán ejecutarse. Es el caso de la Ley 31055, promulgada por el presidente del Congreso de la República el 21 de octubre último.

A través del dispositivo citado se declara “de necesidad pública e interés nacional la construcción del Hospital II-1en la provincia de Calca, de la Región Cusco”. ¿Puede alguien oponerse a la construcción de un hospital público? Por supuesto que no, pero de acuerdo a una lectura elemental del sistema de competencias del Estado peruano, esa obra la debe ejecutar la entidad respectiva: el Poder Ejecutivo o el Gobierno Regional, siempre y cuando cuenten con el presupuesto para ese fin específico, programado por el MEF.

Pese a este mandato tan claro, el Congreso ha encontrado la manera de impulsar una obra –en realidad existen muchas leyes similares- evadiendo la prohibición concreta que establece el artículo 79 de la Constitución que, de manera clara, preceptúa lo siguiente: “Los representantes ante el Congreso no tienen iniciativa para crear ni aumentar gastos públicos”. Con este mandato, la Carta pretende evitar el clientelismo político, vale decir, el ofrecimiento y ejecución de obras públicas por parte de los congresistas a cambio de votos, posibilidad que, además, pone en peligro el equilibrio presupuestal.

¿Es obligatoria la Ley 31055? Su propio artículo segundo lo pone en duda, ya que propone que el Ministerio de Salud y el Gobierno Regional de Cusco con cargo a sus respectivos presupuestos, “planifiquen” las acciones para ejecutar el proyecto de inversión pública, que permita construir el hospital. Vale decir, si no hay presupuesto girado por el MEF, no hay obra. Y, obviamente, el presupuesto y ejecución de la obra no los asigna ni gestiona el Congreso.

Lo que queda en claro es que existe mucha demagogia en la discusión y publicación de las leyes y que los únicos que pierden en este caso son los ciudadanos de Calca.